LAS MUJERES TAMBIÉN SE OPONEN A LA CONSTITUCIÓN EUROPEA
Rebelión
Llamamiento a las mujeres y a los hombres de Europa
Sin garantía respecto a los derechos fundamentales, no hay futuro para Europa
El proyecto de constitución mantiene firmemente la orientación patriarcal y neoliberal de la construcción europea ; ratifica la subordinación de las mujeres que padecerán todavía más de la pobreza, del paro, del tiempo parcial impuesto, de la precariedad, de pensiones de jubilación bajísimas o inexistentes, del reforzamiento de todas la desigualdades laborales .
Las mujeres exigimos el derecho al trabajo, a empleos seguros y salarios justos
El proyecto de constitución preconiza la competencia sin freno y certifica el desmantelamiento de los servicios públicos apuntando prioritariamente la protección social ; certifica el transferimiento de las responsabilidades estatales y de las entidades políticas locales al espacio doméstico. Necesitamos una Europa que desarrolle la totalidad de los servicios públicos, especialmente los servicios de atención a las personas, asumidos mayoritariamente por las mujeres.
Las mujeres exigimos que la protección social y sanitaria sea un sector prioritario y que se tomen medidas para permitir la conciliación entre vida familiar y vida laboral.
El proyecto de constitución prevé un plano de defensa común con la OTAN con el consiguiente riesgo de que Europa intervenga o apoye las guerras en el mundo entero. Impone a que los estados miembros aumenten su contribución en los gastos militares. Necesitamos una Europa desmilitarizada, comprometida en el rearme social.
Las mujeres exigimos una política europea de prevención paritaria que rechace la guerra como solución de los conflictos internacionales.
El proyecto de constitución prepara una Europa fortaleza, con trabas a la circulación de las personas, que penalizan, excluyen y rechazan a las personas migrantes en la clandestinidad.
Las mujeres exigimos una Europa que garantice la libre circulación de las personas, reconozca la ciudadanía plena y entera para todas las personas que vivan en el territorio de la UE y amplíe el derecho de asilo político a las mujeres víctimas de violencias sexistas.
El proyecto de constitución preconiza el derecho al matrimonio y a fundar una familia pero silencia - fuera de las violencias domésticas- las violencias cometidas en contra de las mujeres. Al negarse a armonizar los derechos a los anticonceptivos, aborto, divorcio conforme con las leyes más avanzadas, trae potencialmente regresión social.
Las mujeres exigimos la libre disposición del propio cuerpo y la libre elección de su orientación sexual. Quieren que los estados reconozcan la violencia de los hombres contra las mujeres como un problema de sociedad y asuman el coste social de la misma.
El proyecto de constitución preconiza el reconocimiento de la herencia religiosa europea privilegiando el diálogo con las iglesias. Contribuye a excluir el principio de laicidad del marco jurídico europeo.
Las mujeres exigimos que la laicidad esté inscrita como principio básico de la constitución.
La integración, en última instancia, de la igualdad entre mujeres y hombres en el capítulo de los valores del proyecto de constitución no da ninguna garantía de cara al ejercicio de dicho derecho , ya que se requiere la unanimidad para aprobar las medidas necesarias « para combatir todas las discriminaciones basadas en el sexo, la raza o la pertenencia étnica, la religión o la orientación sexual ».
Frente a la globalización liberal, las reivindicaciones de las mujeres están en el centro de las luchas.
Porque queremos una Europa democrática y solidaria, rechazamos la evolución actual. Un SI favorecería la expansión de los populismos, de los integrismos y de la extrema derecha xenófoba, todos ellos fundamentalmente sexistas.
De aquí a fines del 2005 el proyecto de constitución aprobado por los jefes de Estado en junio de 2004 se ratificará o no en la totalidad de los 25 países de la Unión.
Movilicémonos para crear un poderoso movimiento feminista europeo de rechazo de esta constitución y actuemos para construir otra Europa, una Europa antipatriarcal, una Europa de los derechos económicos y sociales, una Europa laica, pacífica y antiracista, una Europa de la igualdad entre hombres y mujeres.
Llamamiento a las mujeres y a los hombres de Europa
Sin garantía respecto a los derechos fundamentales, no hay futuro para Europa
El proyecto de constitución mantiene firmemente la orientación patriarcal y neoliberal de la construcción europea ; ratifica la subordinación de las mujeres que padecerán todavía más de la pobreza, del paro, del tiempo parcial impuesto, de la precariedad, de pensiones de jubilación bajísimas o inexistentes, del reforzamiento de todas la desigualdades laborales .
Las mujeres exigimos el derecho al trabajo, a empleos seguros y salarios justos
El proyecto de constitución preconiza la competencia sin freno y certifica el desmantelamiento de los servicios públicos apuntando prioritariamente la protección social ; certifica el transferimiento de las responsabilidades estatales y de las entidades políticas locales al espacio doméstico. Necesitamos una Europa que desarrolle la totalidad de los servicios públicos, especialmente los servicios de atención a las personas, asumidos mayoritariamente por las mujeres.
Las mujeres exigimos que la protección social y sanitaria sea un sector prioritario y que se tomen medidas para permitir la conciliación entre vida familiar y vida laboral.
El proyecto de constitución prevé un plano de defensa común con la OTAN con el consiguiente riesgo de que Europa intervenga o apoye las guerras en el mundo entero. Impone a que los estados miembros aumenten su contribución en los gastos militares. Necesitamos una Europa desmilitarizada, comprometida en el rearme social.
Las mujeres exigimos una política europea de prevención paritaria que rechace la guerra como solución de los conflictos internacionales.
El proyecto de constitución prepara una Europa fortaleza, con trabas a la circulación de las personas, que penalizan, excluyen y rechazan a las personas migrantes en la clandestinidad.
Las mujeres exigimos una Europa que garantice la libre circulación de las personas, reconozca la ciudadanía plena y entera para todas las personas que vivan en el territorio de la UE y amplíe el derecho de asilo político a las mujeres víctimas de violencias sexistas.
El proyecto de constitución preconiza el derecho al matrimonio y a fundar una familia pero silencia - fuera de las violencias domésticas- las violencias cometidas en contra de las mujeres. Al negarse a armonizar los derechos a los anticonceptivos, aborto, divorcio conforme con las leyes más avanzadas, trae potencialmente regresión social.
Las mujeres exigimos la libre disposición del propio cuerpo y la libre elección de su orientación sexual. Quieren que los estados reconozcan la violencia de los hombres contra las mujeres como un problema de sociedad y asuman el coste social de la misma.
El proyecto de constitución preconiza el reconocimiento de la herencia religiosa europea privilegiando el diálogo con las iglesias. Contribuye a excluir el principio de laicidad del marco jurídico europeo.
Las mujeres exigimos que la laicidad esté inscrita como principio básico de la constitución.
La integración, en última instancia, de la igualdad entre mujeres y hombres en el capítulo de los valores del proyecto de constitución no da ninguna garantía de cara al ejercicio de dicho derecho , ya que se requiere la unanimidad para aprobar las medidas necesarias « para combatir todas las discriminaciones basadas en el sexo, la raza o la pertenencia étnica, la religión o la orientación sexual ».
Frente a la globalización liberal, las reivindicaciones de las mujeres están en el centro de las luchas.
Porque queremos una Europa democrática y solidaria, rechazamos la evolución actual. Un SI favorecería la expansión de los populismos, de los integrismos y de la extrema derecha xenófoba, todos ellos fundamentalmente sexistas.
De aquí a fines del 2005 el proyecto de constitución aprobado por los jefes de Estado en junio de 2004 se ratificará o no en la totalidad de los 25 países de la Unión.
Movilicémonos para crear un poderoso movimiento feminista europeo de rechazo de esta constitución y actuemos para construir otra Europa, una Europa antipatriarcal, una Europa de los derechos económicos y sociales, una Europa laica, pacífica y antiracista, una Europa de la igualdad entre hombres y mujeres.
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