RAZONES PARA VOTAR ¡NO! A LA CONSTITUCIÓN EUROPEA
El día 20 de febrero se ha convocado un referéndum sobre la llamada Constitución Europea. En Izquierda Unida Canaria pensamos que el voto de la gente con conciencia social, con ideas de igualdad, solidaridad y que creen en una sociedad más justa, debe ser ¡NO! a ese tratado hecho a espaldas del Pueblo.
El Pueblo no ha participado en su elaboración. La han hecho unas cuantas personas interesadas, todas ellas gente de dinero, con intereses económicos en grandes empresas e industrias, y no es el fruto de un acuerdo de las diferentes fuerzas políticas y demás sectores (sindicatos, organizaciones pacifistas, ecologistas, etc) que forman una sociedad tan amplia como la europea.
Hay que decir ¡NO! a que se pierdan derechos sociales adquiridos en largos años de lucha: la sanidad y educación públicas, los servicios asistenciales, etc, se verán gravemente afectadas si se aprueba, porque en ninguno de sus apartados se busca la reducción de las desigualdades. Sólo la economía importa. Pero una economía feroz, en la que las grandes empresas multinacionales podrán hacer lo que quieran al amparo de una norma creada a su medida y en la cual los trabajadores y trabajadoras son sólo moneda de compra y venta, viendo como sus derechos disminuyen y, si se lucha, se obtendrá el cierre (legalizado)por respuesta.
Que en uno de sus artículos se cite a Canarias como región ultraperiférica es tan sólo la constatación de que la Unión Europea actual es un fracaso. Si en 18 años de España en Europa no se han acabado con las diferencias internas de un Estado, habiendo todavía regiones ricas y pobres ¿Cómo va a resolver esto una Constitución que profundiza aún más esta desigualdad? No nos van a engañar.
Además el Parlamento Europeo, el único elegido por la ciudadanía se ve transformado por este tratado en poco menos que una reunión sin competencias. Las decisiones las tomarán otros órganos que no son elegidos democráticamente por los ciudadanos, caso de la Comisión, los amos del cotarro.
Es también un tratado militarista. El poder de la O.T.A.N., donde Estados Unidos es amo y señor se refuerza. Se exige a los países incrementar el gasto en armamento. No se habla nada de solidaridad y ayuda a los países pobres del mundo. Es por ello un tratado egoísta que sólo busca la supremacía europea.
La dignidad de los ciudadanos y ciudadanas está en juego. Vota ¡NO! a la Europa de los poderosos. Otra Europa, la de los pueblos, de la ciudadanía, de los trabajadores y las trabajadoras es posible. Decir ¡NO! es el primer paso para lograrla, y ese paso debemos darlo todos, sólo así lograremos evitar la imposición de este tratado .
El Pueblo no ha participado en su elaboración. La han hecho unas cuantas personas interesadas, todas ellas gente de dinero, con intereses económicos en grandes empresas e industrias, y no es el fruto de un acuerdo de las diferentes fuerzas políticas y demás sectores (sindicatos, organizaciones pacifistas, ecologistas, etc) que forman una sociedad tan amplia como la europea.
Hay que decir ¡NO! a que se pierdan derechos sociales adquiridos en largos años de lucha: la sanidad y educación públicas, los servicios asistenciales, etc, se verán gravemente afectadas si se aprueba, porque en ninguno de sus apartados se busca la reducción de las desigualdades. Sólo la economía importa. Pero una economía feroz, en la que las grandes empresas multinacionales podrán hacer lo que quieran al amparo de una norma creada a su medida y en la cual los trabajadores y trabajadoras son sólo moneda de compra y venta, viendo como sus derechos disminuyen y, si se lucha, se obtendrá el cierre (legalizado)por respuesta.
Que en uno de sus artículos se cite a Canarias como región ultraperiférica es tan sólo la constatación de que la Unión Europea actual es un fracaso. Si en 18 años de España en Europa no se han acabado con las diferencias internas de un Estado, habiendo todavía regiones ricas y pobres ¿Cómo va a resolver esto una Constitución que profundiza aún más esta desigualdad? No nos van a engañar.
Además el Parlamento Europeo, el único elegido por la ciudadanía se ve transformado por este tratado en poco menos que una reunión sin competencias. Las decisiones las tomarán otros órganos que no son elegidos democráticamente por los ciudadanos, caso de la Comisión, los amos del cotarro.
Es también un tratado militarista. El poder de la O.T.A.N., donde Estados Unidos es amo y señor se refuerza. Se exige a los países incrementar el gasto en armamento. No se habla nada de solidaridad y ayuda a los países pobres del mundo. Es por ello un tratado egoísta que sólo busca la supremacía europea.
La dignidad de los ciudadanos y ciudadanas está en juego. Vota ¡NO! a la Europa de los poderosos. Otra Europa, la de los pueblos, de la ciudadanía, de los trabajadores y las trabajadoras es posible. Decir ¡NO! es el primer paso para lograrla, y ese paso debemos darlo todos, sólo así lograremos evitar la imposición de este tratado .